sábado, 29 de enero de 2011

Psicología de la seducción

Seducir es atraer el apoyo automático de la gente. Al seducir colmamos el pensamiento del otro, laureamos su forma de ser, conseguimos prendar su mente, hipotecamos su imaginación, logramos que nos recuerde cuando ya no estamos presentes físicamente.
En este punto yace el magnetismo fundamental y el infalible método para obtener apego: su alejamiento precipitaría el desvanecimiento de la imagen idílica de nosotros mismos. Los seductores juegan constantemente con el sentimiento de posesión y pérdida.
En cuanto el seductor logra instalar su monarquía en el pensamiento del otro, comienzan los delicados trámites del castigo: alterna momentos de sintonía total con otros de frialdad, inyectando en el destinatario el pánico a la pérdida y, con ello, garantizándose su apego psicológico.
Pero como ocurre siempre en materia de seducción, en cuanto el fichaje queda adherido a la tela que tan sugestivamente ha tejido la araña, entonces esa misma araña encuentra muy latoso tenerse que ocupar del intruso; piensa que el peso y el volumen del nuevo inquilino están arruinando el equilibrio y la armonía de su tela, además de poner en peligro su apertura a otras posibles relaciones.


Seducimos no sólo a quien se deja, sino fundamentalmente a quien nos interesa; es decir, a aquel o aquella que podría nutrir nuestro flanco psicológico más débil  al mismo tiempo padezca carencias que nosotros podamos suplir. Es un trueque delicado, un juego psicológico al mismo tiempo gozoso y agotador.




~> Psicología de la seducción - Alejandra Vallejo-Nágera (Muy recomendable).

2 comentarios:

  1. Ni falta hace decir que me encantó dicho libro.

    ResponderEliminar
  2. http://rincon-psicologia.blogspot.com/2011/02/tecnicas-persuasivas-yo-pienso-o-yo.html

    Pa que te entretengas

    ResponderEliminar