jueves, 23 de septiembre de 2010

Etiquetas

Las personas desde que nacemos tenemos un problema de medición.
Nos pasamos media vida pensando cuando será el momento exacto para hacer tal cosa o decidir otra. Tenemos una capacidad de decisión escasa que debemos ir aumentando con esfuerzo.
Debido a esto surgen preguntas típicas como: ¿será él el indicado? ¿será esto amor? ¿es este el momento adecuado?
Y los amores y momentos importantes pasan por delante nuestra sin que seamos capaces de etiquetarlos.
Sin embargo, ¿no han llegado nunca a querer tanto a una persona que faltan palabras para nombrar ese sentimiento? ¿o no se han encontrado con una felicidad tan plena que extasis se les quedaba corto? ¿qué etiqueta elegir entonces?
Como ya decía Nietzsche, no podemos pretender encorsetar cada uno de nuestro sentimientos en un concepto ya que los segundos son rígidos y finitos mientras que con los sentimientos sucede todo lo contrario.
Quizá no sea tan necesario saber si él es la persona correcta o si eso que sentimos en algún momento es amor. Si hemos llegado a hacernos esas preguntas será porque esa persona es magnífica e importante o esa sensación es nueva y espectacular.
Llegados a este punto, ¿por qué no dedicamos nuestro tiempo a disfrutar  esas sensaciones y no ha buscar respuestas que quizá no se encuentren aun en nuestro lenguaje?